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Jornadas de los ranchos en el Liceo de Vichadero

Jornadas de los ranchos en el Liceo de Vichadero

El Liceo de Vichadero llevó a cabo las clásicas jornadas de los ranchos. En esta oportunidad, se realizaron en el marco del módulo introductorio. Este incluyó una serie de actividades en las que se abordaron contenidos y competencias transversales en las diferentes asignaturas.

Jornadas de los ranchos en el Liceo de Vichadero

El Liceo de Vichadero llevó a cabo las clásicas jornadas de los ranchos. En esta oportunidad, se realizaron en el marco del módulo introductorio. Este incluyó una serie de actividades en las que se abordaron contenidos y competencias transversales en las diferentes asignaturas.

En cuanto a la dinámica, los profesores cruzan conceptos de las materias con el tema de los ranchos. “Se trabajó desde la matemática, geografía, historia, física, distintas asignaturas vinculado a nuestras tradiciones y el Uruguay en aquel tiempo”, detalló la directora de la institución, María Delia Núñez. Se destaca que este centro forma parte de la Red Global de Aprendizajes y trabajan en actividades de aprendizaje profundo, con énfasis en el desarrollo de diversas competencias y habilidades. En este caso, se centraron en la comunicación. “De esa hacemos las progresiones de aprendizaje pero también se ve trabajo en equipo, autonomía, resiliencia”, agregó Núñez.

Bailes tradicionales, teatro, juegos, vestimenta y comidas típicas son algunas de las propuestas que integran el variado programa de actividades. Asimismo, en esta edición, se realizó un homenaje a cuatro docentes de la institución que se jubilaron y a un estudiante que se encuentra transitando una patología oncológica.

En total, se construyeron 13 ranchos, uno por cada grupo del liceo. Estos fueron elaborados con diversos materiales, tales como tacuaras, maderas, ramas, chircas, piedras, tierra, alambres, clavos y paja. El rancho tecnológico fue el encargado de realizar todo el registro audiovisual. “Estamos cuatro días al aire libre entre el armado después la jornada con peña, en la que los estudiantes presentan distintos números, y el desarme”, puntualizó Núñez. Este proceso implicó un fuerte trabajo con los delegados de clase y todos los estudiantes, con el fin de conocer sus intereses. Al respecto, la directora resaltó la participación de los alumnos en la toma de decisiones. “Ellos definen aspectos vinculados con el reglamento, sortean los personajes que representan y los lugares de los ranchos, seleccionan los juegos, juntan el dinero y compran los premios, con el apoyo de APAL”. En la jornada final se lleva adelante la premiación, que realiza un jurado en función de una serie de ítems preestablecidos.

Todas las instancias contaron con la activa participación de los alumnos, docentes, familias y la comunidad en general. La directora resaltó el apoyo incondicional de las familias, así como la colaboración que recibieron por parte de diferentes instituciones: el Ejército les proporcionó una carpa para la actividad, la Policía garantizó la vigilancia del lugar al finalizar cada jornada y la Alcaldía brindó ayuda en el desarme. También se destaca que las actividades tuvieron lugar en un predio municipal y que contaron con la visita de las instituciones educativas locales.

Para la evaluación de la actividad, se aplicaron encuestas tanto a los estudiantes y docentes, como a las familias y demás participantes. Asimismo, los profesores entregarán el detalle de las propuestas que realizaron, con la fecha, descripción de las actividades, sugerencias y aspectos a destacar. Finalmente, se producirá un informe de centro con todo el material generado.

Esta actividad ya forma parte de la cultura de la institución y constituye un proyecto de centro, que se viene desarrollando hace más de 10 años. En tal sentido, se destaca el trabajo previo acumulado y la labor colaborativa, tanto intra como interinstitucional.