El miércoles 5 y el jueves 6 de noviembre el Antel Arena fue el escenario de las 12ª Olimpíada de Robótica, Programación y Tecnología, organizada por Ceibal.
13 fueron los departamentos representados por algunos de sus liceos en esta edición, cumpliendo con el cupo de 43 lugares dentro de la competencia. De entre todos ellos el Liceo N.° 17 obtuvo una premiación. En su proyecto presentó algunos elementos intrínsecos a la cultura uruguaya: la torta frita, el mate y el dulce de leche. El interés por los elementos surge a partir de buscar tesoros del pasado, como lo propuso el tema central de la Olimpíada. La docente referente del equipo, Débora Lima, explica: “A partir de encuestas descubrieron que la mayoría de las personas los conocían y consumían, pero casi nadie sabía de sus orígenes. Como solución a esta problemática, programaron un videojuego en Scratch llamado De acá nomás, un juego que combina diversión y aprendizaje. En él, un personaje avanza encontrando estos objetos y los va guardando en una bitácora; cada vez que encuentra uno, el juego le enseña su origen.”
Más allá de las premiaciones que logran sellar alegremente procesos de trabajo para los estudiantes, el objetivo de las Olimpíadas es compartir y destacar procesos educativos asociados a la tecnología. Es relevante para este concurso poder favorecer el desarrollo de las competencias asociadas a la tecnología en intrínseca relación con las unidades curriculares de otras áreas; por esta razón, desde Ceibal se generan temáticas generales para que durante el año, docentes y estudiantes, busquen generar proyectos que cuestionen y promuevan la reflexión sobre la realidad que conforma la realidad que los estudiantes habitan.
Así lo entiende Mª Paz Silveira, del Liceo Nº6 de Rivera, quien nos contó que para ella la robótica permite “descubrir de todo un poco, podés innovar, podés armar, podés tener mucha creatividad”. Candelaria Giacusa, del Liceo de Migues, también expresa que en esta instancia “no solo aprendés de robótica, se trata de mucho más”.