Un nuevo Día Mundial del Medio Ambiente, como el que celebramos este 5 de junio, es un buen momento para reflexionar acerca de cuánto hacemos desde nuestros respectivos ámbitos para honrar el compromiso que todos declaramos tener a la hora abordar la educación ambiental y su complejidad.
En esta primera mitad del año, una buena parte de los esfuerzos institucionales se concentrarán en la realización de la Expo Uruguay Sostenible, que se desarrollará en el ANTEL Arena de Montevideo, del 6 al 8 de junio. El encuentro contará con la participación de alumnos y docentes procedentes de todo el territorio, y representantes de todos los niveles de la educación pública nacional.
Asimismo, esta exposición, organizada por el Ministerio de Ambiente, albergará el 8vo. Encuentro Nacional de Educación Ambiental y 3ª. Ronda Sudamericana. Estas actividades son convocadas por la Red Nacional de Educación Ambiental (RENEA), espacio que la ANEP integra y promueve desde sus comienzos junto a los demás organismos de la gobernanza educativa y ambiental.
Conferencias, debates, diálogos y presentación de proyectos harán de este espacio de educación ambiental un proceso pedagógico dinámico y participativo, que proveerá de herramientas y habilidades socioeducativas para generar y desarrollar nuevas formas de interrelación entre las especies vivas del Planeta, y de aquellas con este.
Esas “formas” promoverán usos y prácticas productivas que posibiliten la satisfacción de necesidades vitales y que, a su vez, no comprometan la vida de las futuras generaciones, preservando los ecosistemas que se involucran en la producción de alimentos, abrigos y viviendas, atendiendo la capacidad de carga y sustentación de sus procesos vitales.
Políticas educativas ambientales
Desde la Coordinación de Políticas Educativas Ambientales y en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, asumimos que una educación de calidad incorporará el enfoque ambiental en todas sus dimensiones y en todos sus instrumentos de gestión educativa, ya sean lineamientos curriculares, planificaciones anuales o asignaturas específicas.
En Educación Inicial y Primaria se hará énfasis en la importancia estratégica de los recursos hídricos para la vida y para la salud, en el valor de las Áreas Protegidas, en eco-eficiencia, en la adecuada gestión de los residuos y en diversos aspectos que contribuyan a una cultura de la prevención y responsabilidad ambiental.
En Educación Media se promoverá la transversalidad de la educación ambiental, en articulación con proyectos educativos y de desarrollo local, regional y nacional. El aprendizaje basado en proyectos es una herramienta clave en estas etapas formativas.
A nivel de Formación Docente, se fortalecerán las competencias en educación y comunicación ambiental de docentes y promotores, con la formulación y ejecución de programas y proyectos públicos y privados.
Responsabilidad de todos
Promover la toma de conciencia acerca de los llamados límites planetarios y de la fragilidad ecosistémica es un muy buen comienzo. Además, es una responsabilidad de todos: comienza en las aulas y en los hogares, y continúa en nuestro accionar cotidiano, en nuestras conductas individuales y colectivas. Se trata de un compromiso incesante, más allá de los límites políticos de las naciones y de nuestro tiempo.
Por eso nuestra tarea deberá centrarse en educar para un sentido, comprendiendo las complejidades de la problemática ecosocial y sus múltiples dimensiones. Los avances en la gobernanza supranacional ocurridos en las últimas décadas, son claros indicadores de la importancia que tendría asumir que educamos para la ciudadanía global.
El desarrollo sostenible es el gran objetivo estratégico para el futuro del mundo, un modelo referencial hacia el cual la humanidad debe avanzar con decisión. Porque si no, “no nos va a quedar ni medio ambiente”.
Fuente: anep.edu.uy